Cada vez que abandonaba la casa de las vacaciones me dolía el estómago. Inexacta melancolía que se colaba cuando llegaba la hora de partir, producto de una falsa familiaridad con el lugar. Era una niña; no había obligaciones en la ciudad, ni la vuelta a una rutina de trabajo. No era eso. Tampoco el espanto a la escuela. Simplemente el apego a los lugares, a la ficción de una vida vacacional. Quizá tenía la ilusión de que era posible una existencia en que todas las tardes podía jugar a hacer cucuruchos bañados con arena mojada.
Después de un perpetuo viaje de regreso, la entrada en la ciudad se advertía por un viento caliente en la cabeza que aplastaba desde arriba. (El cucurucho se derretía al instante). Cuando llegaba a mi hogar, finalmente, era como si lo viera por primera vez, incluso vivía una especie de extrañamiento en algunos espacios, sobre todo en la cocina. Luego, en un muy corto período volvía a sentir la seguridad de siempre.
Estos días tienen ese mismo olor a despedida. El aire, de a poco, se va enfriando. El sol baja y no pega. La gente enloquece nuevamente. Para este período, aquí va una lista nueva que acompaña.
Foto: Jordan McQueen
The Leisure Society - Tall Black Cabins || Farao - The Hours || Wax Stag - Night Trek (Bibio Remix) || Kwabs - Perfect Ruin || Sufjan Stevens - No Shade In The Shadow Of The Cross || The Only Ones – Farah || Everything Nice – Jaakko Eino Kalevi, Farao
BONUS
0 comentarios:
Publicar un comentario